Las mayoría de las empresas del sector son muy sensibles a la influencia de factores externos permanentes, como el nivel de ocupación y la estacionalidad, e internos como los costos fijos estructurales.
La demanda es cada vez más exigente y los obliga a mejorar la calidad y cantidad de servicios, con la consecuente conformación de estructuras internas que en muchos casos son desproporcionadas con la capacidad productiva de cada negocio
El Management siempre debe obligarse a encontrar un punto de equilibrio entre las decisiones de coyuntura y la visión de lo que debe ser la compañía a largo plazo.
Sólo el profesionalismo de la gestión, la capacitación y el trabajo constante pueden sostener el éxito en el tiempo.
Si bien cualquier instancia crítica es momento de replanteos y reestructuraciones, hoy es particularmente aconsejable repensar el negocio.
Teniendo en cuenta que no todas las empresas tienen las estructuras ni los recursos adecuados para estas circunstancias, es imprescindible que se respalden en la participación imparcial de profesionales externos.
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